una bruma mañanera
Hay canciones que desde el principio te enganchan. Desde los primeros compases sabes que vas a escuchar una buena canción. Quizá la letra no te transmita nada, o no la entiendas, o quizá no se "adapte" lo que dicen con tu situación actual o no te traiga buenos/malos recuerdos, pero siempre que la oyes reconoces que la canción te transmite unas sensaciones agradables, conocidas, familiares.
Eden, de Hooverphonics es una canción que me transmite tranquilidad.
Crea una atmósfera densa desde el principio, con ese corno de caza sonando y marcando la melodía. Luego, poco a poco, el resto de instrumentos te mece como una ola en la playa. Sube, baja, vuelve a subir... Un movimiento muy placentero y sedante.
La letra es lo de menos. La voz de la cantante se convierte en un instrumento más, que deletrea notas musicales y completa la sinfonía. Empasta perfectamente con el resto de los instrumentos y no sobresale entre ellos.
Es una canción cortita y siempre te deja con ganas de volver a escucharla una y otra vez.
La banda sonora perfecta para esas mañanas frías de invierno en las que hay que madrugar por algún motivo, cuando la ciudad está medio dormida y tú intentas sobreponerte al sueño delante de una taza de café y ordenas mentalmente las tareas que has de hacer hoy.
"Nunca he intentado alcanzar tu edén"
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