De trajes y Mundiales

Al final me decanté por ir con el traje a la entevista de trabajo.
Como también nos han salido un par de bodas para el verano, creo que lo amortizaré. Otro factor que ha influido en esta compra es que el traje viejo que tengo se me ha quedado grande con esto del régimen y parece que lleve un saco en vez de una americana, y que tras 4 años ya toca un cambio.
Así que me fui con mi mujer de compras y acabé con un traje gris-azul con raya y entallado y con su correspondiente camisa a juego. Bien de precio y a la moda, ¿qué más pedir?

Otro cambio que he experimentado estos días es que con la excusa de los mundiales me estoy tragando unos partidos de futbol que ni en mi vida me imaginaba que vería, y lo mejor, es que me están gustando. El partido de ayer entre Corea y Togo fue un espectáculo emocionante y cuatro días antes hubiera preferido perder el tiempo de otro modo antes que ver este partido. No obstante, he descubierto mi simpatía por los equipos africanos. La verdad es que jugan bien, pero les falta gol, y hasta la todopoderosa Italia acabó pidiendo la hora frente a Ghana. Ayer Brasíl no me gustó, y para mi gusto Croacia fue muy superior, pero si no marcas gol, no sirve para nada.

Visto lo visto, seguiré tragando partidos de futbol que hace una semana me parecían absurdos y faltos de interés, pero la Magia del Mundial los hace muy atrayentes.