Tocata y fuga

Músicas y reflexiones por fascículos.

jueves, enero 05, 2006

Eloisa y Antonio



Nadie podía sospechar que Eloisa, la vecina del segundo, guardaba un secreto. Ella, la pluscuamperfecta, de cutis cuidado y nada ajado por los 40 años que rondaba, la que dictaba la moda que se seguiría esa temporada en toda la escalera y parte del vecindario, la que hacía crecer exponencialmente la envidia del resto de las mujeres que la miraban, y la de sus maridos, que envidiaban a Antonio el marido de Eloisa, por tener a su lado a esa mujer bandera.
La verdad es que Antonio poco disfrutaba de la compañía de Eloisa, porque las incontables horas extras que tenía que hacer en su empresa le mantenían alejado de su esposa.O al menos eso decía él, porque las malas lenguas cuentan que Antonio trabajaba tanto para pagarle los caprichos a su mujer que no tenía ingresos, o para irse de bar en bar, dependiendo de quién cuente la anécdota y el afecto que profesara a la pareja.
En la empresa de Antonio se retiraba el encargado, y sus compañeros decidieron hacerle una fiesta de despedida. Antonio fue el encargado de buscar una chica de alterne que alegrara la celebración. Encontró este anuncio del periódico que pensó que se ajustaba los deseos del agasajado: "Madurita interesante, hago realidad tus sueños" y marcó el número que aparecía debajo.
El grito que dió Antonio cuando vio en la pantalla de su móvil "Marcando CHURRI MOVIL" se escuchó por todo el vecindario.
Para otras cosas no, pero para propagar rumores, el barrio estaba muy preparado y lo hacía con gusto y dedicación.
Antonio dejó a Eloisa, y ahora ella vive sola.
Han pasado varios años desde el incidente y Eloisa sigue siendo esa mujer envidiada, la que hace girar la cabeza a los maridos de las demás. La más elegante del barrio. La más señora de todas.