Tocata y fuga

Músicas y reflexiones por fascículos.

lunes, diciembre 26, 2005

Comidas familiares


Siendo sinceros y no siendo pelota, mi suegra cocina de maravilla. Y estas Navidades no ha sido menos que otros años y ha preparado un cochinillo al horno que aún me acuerdo de lo bueno que estaba.
Ya que como de gorra y hay que tener contento al suegro, intento llevar un vinito de los buenos que sé que le gusta.
Este año, para variar, he llevado una botella de cava de Aragón, que con la tontería del boicot a los productos catalanes (una auténtica gilipollez) le están dando mucho bombo y propaganda al cava de estas tierras. Y además, como mi suegro es de Huesca y vive en Barcelona, pues seguimos con la coña.
De esta manera me presento en la casa de mis suegros el día de Navidad con mi botellita de espumoso en la mano y empezamos a comer. Llegamos a la hora de los postres y digo:

-Ya veréis que cava os traigo, de Aragón, cosa fina, oiga, que lo están poniendo por las nubes.

Justo acabo de decir esta frase que el tapón sale como una bala contra el techo (dejando huella, cómo no) y a los dos segundos un geiser emana de la botella hasta alcanzar la lámpara del salón y caer completamente sobre la cabeza de mi suegro. Más de dos segundos estuvo saliendo el cava a borbotones de la botella aquella.

-Que lo están poniendo por las nubes.... -repite mi suegro, completamente chipiado de cava.

El resto de comensales empieza a descojonarse de risa y yo con "el arma del delito" en la mano.
En fin, que nadie pudo repetir de cochinillo porque estaba bañado en burbujas. El mantel fue de cabeza a la lavadora. Mi suegro se tuvo que cambiar de ropa por completo... Vamos, un descojone de comida.

Al año que viene, vinito otra vez, que no tiene burbujas.