Tocata y fuga

Músicas y reflexiones por fascículos.

miércoles, marzo 22, 2006

Tomate y Fuga


Y ahí estaba él. Tan apuesto, tan deseado. Descendiente de la alta aristocracia. Emparentado con media docena de casas reinantes europeas. El paradigma del buen gusto y del saber estar.

Su fama no le llegó por ser hijo de quien era (bueno algo influyó también), ni por haberse casado con quien se casó, aunque posaron para muchas portadas de revistas de papel couché, y las infidelidades de su mujer hicieron correr ríos de tinta y le crearon la aureola de héroe del matrimonio. "Pobrecillo, lo que ha debido de sufrir y lo mal que se ha portado ella" decía la gente al leer las revistas.


Desde su programa en la televisión enseñaba modales. Sí, modales y saber estar.

Y tenía mucho éxito, lider del prime time semana tras semana. Enseñaba cosas como pelar gambas con cubierto, la forma correcta de sentar a los comensales en una mesa, enseñaba qué panecillo te corresponde en un banquete, para qué sirve el cuchillo del pescado y que los calcetines blancos de tenis no pegan con los zapatos negros de rejilla.


Los porgramas de Chefs de cocina no tenían tanta audiencia como su espacio. Los "manitas" del Bricolaje veían como sus programas desaparecían de las parrillas de programación televisiva.

Lo querían cazar, querían su cabeza. Y fueron a por él.

Lo siguieron y vigilaron durante horas, días, semanas, hasta que consiguieron lo que querían.


Un par de fotos y un video grabado con un móvil, sirvieron para que toda su carrera se fuera al traste. Al día siguiente aparecía en todas las portadas la foto más buscada.

Nuestro aristócrata, paseándose por su casa en ropa interior, mientras se sacaba un moco de la nariz con el dedo meñique para acto seguido rascarse los huevos por dentro del calzoncillo.


No pudo superar la humillación. Él, tan perfecto, pillado en su propio terreno. Fue el fin de su carrera.


Ahora dicen que vive en Ibiza y que no se separa de una mochila.