Un día en la vida de Prich.

Me ha gustado este artículo de Dorian y no me resisto a escribir el mío.

Seis y media. Suena el despertador. Buenos días, cariño, sigue durmiendo. Copón de leche con capuccino Nescafé y 4 galletas Fontaneda Digestive (siempre el mismo desayuno y de estas marcas, he probado TODAS las imitaciones, y nada). Noticias en la tele mientras mojo las galletas. Me visto con la ropa de trabajo y a la calle. En coche hasta la primera granja. Mono verde y botas de agua con puntera de hierro. Frío en la calle, calor con los animales. Parada en la panadería del pueblo a comprar el mejor pan de leña de mi infancia y unos dobladillos sublimes.
Once y media, llego a la oficina, saludo a los compañeros y ronda de blogs. Trabajo con el ordenador hasta la una y media. Otra vez en coche hasta la segunda granja. Hora de comer. Como con el ganadero en el bar del pueblo, me invita él entre anéctodas de su vida y la mía. Tres de la tarde. 50 hembras en celo esperando semen. Les doy a cada una su ración. Vuelvo a casa. Siete de la tarde, ducha y arreglo de la casa. Hola cariño ¿qué tal el trabajo? Preparo la cena. Tortilla y algo de embutido con pan de leña. De postre, boniato al horno. Alguna peli en la tele. Uff... las once y media, ¡a la cama!