El corazón del Imperio

No pensaba que me gustaría tanto. Me ha encantado, lo reconozco.
Londres me ha cautivado.
Quizá sea que nos hizo muy buen tiempo, que no llovió en los tres días que estuvimos. Sea lo que sea, he vuelto con muy buenas vibraciones de Londres.

Eso sí, caro de narices. Carísimo. Si aquí nos costara 3 € el billete sencillo de metro, creo que habría manifestaciones, revueltas y huelgas de hambre por las calles. Si tuvieramos que pagar 21 € por una entrada de cine, algún expectador desencantado con la película quemaría el local.
Si nos piedieran 3 € y medio por un café en un bar, las horas del almuerzo de los funcionarios desaparecerían.

Pero aparte de los precios, de la comida mala, de la cerveza caliente y del clima inestable, lo dicho, que me ha encantado.

P.D. Me han sobrado unas libras, por si alguien se va a ir de viaje en breves, se las cambio a €. :-P
P.P.D. Premio para el Friki que sepa de qué va el título de este artículo, y no vale Google, ¿eh?