This boots are made for walking

Normalmente me compro pocos zapatos. Uno o dos cada dos años porque me duran bastante. Eso sí, pocos pero de calidad. Me fijo en un modelo concreto que me guste y me recorro toda la ciudad en busca de él. Suelen ser modelos emblemáticos, y por lo tanto, que no se suelen pasar de moda.
Mi última adquisición la he estado buscando durante años. Nunca me decidía a comprarlos, no por su precio, que es normal para unos zapatos de hoy en día. Lo que pasa es que siempre encontraba otro modelo más actual que me atraía, o que a mi pareja le gustaba más. Así, año tras año, este siguió siendo "el zapato grial", la búsqueda contínua.
Así hasta este año, que he dicho que de mi cumpleaños no pasaba y que me los compraba, contra viento y marea y contra el gusto de mi mujer.
Ahora tengo mis Kickers marrones. El mismo modelo y color que llevaba hace 25 años en el parvulario. Las mismas botas, con su pegatina verde en una bota y su pegatina roja en la otra. Esas botas de punta redondeada y suela blanca alta. Unas botas para caminar. Las botas que han llevado generaciones y generaciones de crios. Mi "grial de cuero", mi tesssooooorooooo. :-)