Tocata y fuga

Músicas y reflexiones por fascículos.

viernes, julio 22, 2005

My life as a "Rodriguez"



Este año no hemos podido coordinar las vacaciones entre mi mujer y yo, así que sólo coincidiremos 15 días en agosto. Ella se ha tomado los otros 15 a principios de julio y se ha ido al pueblo. Esta tarde vuelve de sus vacaciones.
Ni qué decir tiene que he estado 15 días con la casa para mí solo, con sus ventajas e inconvenientes. He descubierto que si viviera sólo no aguantaría ni un par de años antes de que mi salud se resintiera.

Si hablamos de comida, durante estos 15 días he estado alternando lechuga con fritanga, lo más fácil de hacer. De vez en cuando, alguna visita a la casa de mis padres para comer verdura y legumbres y así equilibrar mi dieta. La fruta no ha faltado, pero siempre de una clase. Comer melocotones durante 10 días, a la hora de la comida y de la cena termina por ser muy pesado, sobre todo si no te entusiasman mucho los melocotones. ¡Pero no vas a comprar otra fruta si tienes tres kilos de melocotones en la nevera, que compró mi mujer antes de irse, y que se están pasando!
Yo creo que he adelgazado un poco, así que tampoco ha ido mal esta dieta del kiwi que he hecho (comer de todo menos kiwi).
La limpieza de la casa es otro cantar. El concepto de suciedad y desorden es completamente diferente entre mi mujer y yo, así que en estos 15 días ha prevalecido el mío. Pero ayer me tocó adecuar la casa a SU concepto.
Yo ya estaba mentalizado, llevaba toda la semana planeando cómo acometer tan ardua tarea, y al final me armé de valor y un trapo. Justo cuando me disponía a llenar el cubo de fregar con agua, reventó la tubería de la calle.
A veces las fuerzas del Universo conspiran a tu favor, pero esta vez no las necesitaba a mi lado.
Ante la imposibilidad de limpiar el piso, me fui con los amigos a echar una partida de pádel y pasar la tarde en la piscina. A la vuelta ya habían reestablecido el suministro, así que a las 9 de la noche me tocó limpiar.

Así que esta tarde recibiré a mi mujer con el piso limpio y la nevera repleta de melocotones.

Y alguna canción sonando en la cadena musical, como Always with me, always with you de Joe Satriani