Curling

Me he aficionado al CURLING.
Sí, a ese deporte de invierno que es como la petanca pero con hielo y escobas.
Y ahora que son las Olimpiadas, no me pierdo ni un partido. Cuando puedo verlo, me enchufo a la Eurosport y ala, a ver como lanzan piedras por el hielo y a ver con qué estilo escoban.
Y tiene su dificultad, que no todo es deslizar el trozo de granito y a ver dónde cae. No, no, y tiene su estrategia, con lanzamientos de defensa, posiciones de ataque y demás jugadas ensayadas que poco a poco voy descubriendo.
Ahora pasar la fregona en casa se me hace más llevadero. Me imagino que estoy en el Palacio de Hielo de Turín, y ¡venga a darle al mocho! ris, ras, ris,ras.
Cuando mi mujer entró en casa y me vió lanzar la zapatilla deslizando a ras de suelo y salir corriendo como un loco detrás de ella por el pasillo, moviendo la fregona a su paso insistentemente de un lado a otro, empezó a preocuparse.
Todo sea por hacer deporte.