La venganza se sirve fria.

Este año se ha conmemorado los 200 años de la batalla de Trafalgar, que como todos sabéis, ganaron los ingleses y perdimos los españoles y franceses. La Armada Invencible se fue al carajo. El orgullo patrio reducido a palillos para dientes sajones.
Pero los hispanos somos pacientes y sabemos esperar nuestra oportundad para resarcirnos y vengar esta afrenta.
Yoko Ono ha dicho a la prensa que lleva sangre española en sus venas. Un marinero español dejó embarazada a una tata-tata-tatarabuela suya. Bien podría ser un superviviente de aquella batalla que se fue a la ruta de la seda y se lo montó con una geisha.
Y quién sabe, a lo mejor esa sangre latina fue la culpable de que la mayor gloria del Imperio Británico del siglo XX, es decir, Los Beatles se separaran.
Ya véis, 200 años después, la venganza por Trafalgar se consuma. Y la culpa de todo, la tiene Yoko Ono.