Tocata y fuga

Músicas y reflexiones por fascículos.

miércoles, julio 27, 2005

Superhéroes


Una de mis aficiones es leer cómics. De chaval y de adolescente, el género de superhéroes es el que más me ha gustado. Sin llegar a caer el en "frikismo", mes a mes compraba los cómics de mis superhéroes favoritos. Casualmente eran héroes sin megapoderes, vulnerables, humanos. Aunque al final sabías que iban a ganar, durante toda la historia estaba en el filo de la derrota.
Con el tiempo mis gustos han variado, y leo cómics de otros géneros.
Siempre me preguntaba, si me dieran a elegir, qué superpoder elegiría para mí. ¿Superfuerza? no, no creo que las cosas se resuelvan a base de tortas o de aplicar Newtons por metro cuadrado. ¿Volar? no está mal, pero tal como está la tecnología eso es fácilmente conseguible. ¿Lanzar fuego, hielo u otra cosa similar? Un poco limitado, y te contrarrestarían con faciliadad (un cubo de agua por encima y fuera de combate)
Al final, el poder que más me gusta es el de parar el tiempo. Un movimiento de manos, y ¡zas!, todo congelado, parado. Puedes tomarte todo el tiempo que quieras para solucionar la situación plateada. Eso sí, tú puedes moverte e interactuar con el medio, pero el resto de gente, si no lo deseas, no se puede mover ni se va a enterar de nada.
Este poder también conlleva el riesgo de convertirte en supervillano. Congelas el tiempo y todo el mundo quieto, sin problemas para robar bancos y joyerías. Mueves las manos, ¡chas, chas! y colocas a tu peor enemigo delante de un camión de 18 toneladas que va a 100 por hora por la autopista.

Aunque lo mejor es aplicarlo a la vida real.
Sabado después de una semana terrible. Haces ¡chas, chas! con las manos y tienes un fin de semana eterno para lo que quieras. Tienes que entregar ese informe dentro de media hora y no tienes escrito ni el título. Haces un giro de manos, y todo congelado hasta que terminas de redactar el puñetero informe. Lo presentas a tu superior y encima te han sobrado 4 minutos.

Pero como siempre, la realidad supera a la ficción, como canta Kiko Veneno en Superhéroes de Barrio.

Y ahora, ¡chas, chas! de vuelta al trabajo.