Tocata y fuga

Músicas y reflexiones por fascículos.

martes, agosto 02, 2005

¿Hay alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo nuestro?


Tras recibir serias acusaciones de "encasillamiento sexual" (cree el ladrón que todos son de su condición, je, je) tras mis últimos post, os escribo una paranoia bastante cafre. No es nada personal, ni autobiográfico, ni de alguien conocido, aviso.
Me imaginé una situación cotidiana y me propuse desarrollarla con mucha mala leche, a ver hasta donde llegaba. Al final llegué a esto, aunque podía haber acabado en suicidio colectivo, envenenamiento con cianuro, o perdices felices.

Lugar: El salón de una casa. Ella está haciendo punto de cruz. Él está sentado en un rincón del sofá, callado. Propongo a Marisa Paredes y a Imanol Arias como actores, ya que parece sacado de La flor de mi secreto.

Ella: Estás muy callado, ¿en qué piensas?
El: En nada.
Ella: Va, venga, imposible que no pienses en nada. En algo pensarás, ¿no?
El: No, en nada.
Ella: Vaaaa, dímelooo
El: No. Déjalo.
Ella: Por favor, dímelo. Tengo curiosidad. Va, por favor, lo que sea.
El: Bueno, pues te lo voy a decir. Pienso que estoy harto de estar contigo. Que ya no te aguanto. Que siento como si perdiera el tiempo contigo. Nuestra relación está rota desde hace mucho tiempo. No puedo más. Se acabó.
Ella (llorándo): ¿Cómo puedes decir eso? ¡Eres un animal! ¡Nadie se merece que le digan algo así!
El: Tú me has pedido que te diga en qué pensaba, y me lo has pedido “Por Favor”. Yo he hecho lo que me has pedido.
Ella: ¡No tienes sentimientos! Aunque te de igual, yo aún te quiero, y lo sabes. Deberías haberme mentido antes de decir todo esto que has dicho.
El: ¿Prefieres una mentira antes que saber mi verdad?
Ella: En estos temas, sí.
El: Bueno, pues esta noche volveré tarde porque tengo trabajo en la oficina.

Como música de fondo suena Brilliant disguise de Bruce Springsteen