Sensaciones dormidas

El sábado hice algo que nunca pensé que volvería a hacer.

Mis últimas experiencias con ese tema fueron bastante malas. Decidí aparcarlo para siempre. Romper todo contaco con él.
Después de 18 años seguidos estaba muy cansado y no quería seguir dando tumbos de un sitio para otro.

La mala organización y dirección de un grupo por parte de una persona dio al traste con las ilusiones de mucha gente, y entre ellas estaba yo.
Para mí, despedirse fue la forma de romper con un mundo que conocía muy bien desde dentro, que me dió muchas alegrías, pero que por culpa de esa persona y su mala gestión, llegué a aborrecer.
Así que una tarde de Octubre de hace 6 años, dije que esa vez sería la última, y con un regusto muy amargo, con la sensación de impotencia, lo dejé.
Los 18 años dedicados a esa pasión se acababan con esta frase a mis compañeros: "Chicos, después de los de hoy, lo dejo".
Al cabo de unos pocos meses, en el grupo ya no quedaba ninguno de mis compañeros. Un proyecto que se dejó morir por la incompetencia del director.

Pero este fin de semana lo he vuelto a hacer, y con ello he recuperado las mejores sensaciones de esos 18 años. Y no me había olvidado. Y me ha gustado, y lo he vuelto a sentir dentro de mí.

La boda de una amiga fue el detonante para que mi otra amiga (MJ) me hiciera picar en el anzuelo y volver a ponerme el traje de faena, (que apenas me cabía, que los años no pasan en balde), y salir al escenario. Con la excusa de darle una sorpresa a la novia, me ha hecho recordar experiencias dormidas y arrinconadas en algún lugar de mí, que no quería volver a revivir.

La cara de sorpresa de Cristina al vernos entrar en el banquete de su boda vestidos para la ocasión vale por estos 6 años de silencio.

P.D. Dedicado a mis dos "arpías": Cristina y Mª Jesús