Tocata y fuga

Músicas y reflexiones por fascículos.

martes, septiembre 06, 2005

Plas. plas, plas



Tras las ácidas y viperinas críticas recibidas por parte del 25% de mis lectores (esto es, uno de los cuatro que tengo, y sé quien eres... :-P) sobre el encasillamiento mamario de mis últimos artículos, cambio de tema.
Ahora os voy a martirizar con CRITICA SOCIAL. ¡Toma pedazo de ladrillo!

Aparte de mucha gente, otra cosa que caracteriza a Benidorm, es su paseo marítimo de noche.
Los bares se suceden uno detrás de otro, ofreciendo su espectáculo a todo el público que se concentra en sus interiores y a los viandantes, que forman un anfiteatro delante de los escaparates sin cristales de los establecimientos.
Cada local tiene un estilo bien diferenciado. Las discotecas utilizan el reclamo de bellas go-gos y mulatos bailarines que embelesan a los más jóvenes. Los garitos rockeros contratan grupos en directo que desgranan versiones de los clásicos del rock con gran maestría, mientras motos de gran cilindrada descansan aparcadas a la entrada del bar.
Contrariamente, los locales que más me llaman la atención son los orientados a un público muy determinado y abundante por esos pagos: la pareja española de 60-70 años.
Se suelen caracterizar por su decoración "de los 70". No es que sea imitación a la que se llevaba hace 35 años, ¡es que es la misma desde hace 35 años! Esos neones agresivos, ay... ¡cuántos recuerdos debe de traer a los usuarios actuales...!
Lo que más me sorprende es la programación musical de estos bares. Este año, en todos los locales se llevaba lo mismo y con grandísimo exito: TRANSFORMISTAS.
Hombres que se visten y maquillan de mujeres y desgranan todos las grandes canciones de la copla española: Tatuaje, La Lirio, La falsa moneda, etc.
Tras cada actuación, los aplausos duraban más de un minuto, y Soraya, Sherezade, La Estrella del Alba y el resto de artistas con nombre rimbombante salían varias veces a recoger las ovaciones de un público entregado.
No es que los espectáculos de transformistas me gusten, pero me llama la atención lo chocante de la situación, un poco hipócrita si se me permite la palabra.
Traté de imaginarme qué cara pondría alguno de los jubilados expectadores si años atrás su hijo le hubiera dicho que su mayor ilusión en el mundo era triunfar en los escenarios vestido de mujer y cantando coplas como Concha Piquer.
Seguramente le habría dado dos tortas y le habría echado de casa. Pero ahí lo tienes, aplaudiendo a rabiar al hijo de otro jubilado que quizá sí comprendió los deseos de su retoño.
Gente chapada a la antigua aplaude el arte de Soraya, Sherezade o La Estrella del Alba, pero que a lo mejor en otra situación insultaría a Manolo, Juan Antonio o a Pedro si los ven por la calle con el rimel sin quitar.

Sin embargo, la reina indiscutible de estos garitos "de abuelos" es Maria Jesús y su Acordeón. Sus fan son legión. Su bar se llena hasta la bandera para asistir al espectáculo de "los pajaritos". Pero eso sí, como telonera para ir caldeando el ambiente, aparece Jessica y empieza a cantar "Capote de grana y oro", "La bienpagá"...es lo que quiere el público y el show debe continuar.