Tocata y fuga

Músicas y reflexiones por fascículos.

domingo, septiembre 18, 2005

Regalo de Dioses


Jadeante, se adentró por los estrechos pasillos de la cueva.
Debía ser allí. ¡Tenía que ser allí!
Todo es tan importante que no hay margen de error. El tiempo se acaba.
Titubeante, la oscuridad de la cueva se esfumó cuando al final pudo encender una pequeña antorcha con un poco de yesca y pedernal. Alumbrado por una luz amarillenta se internó por los vericuetos del laberinto.
No sabía si le estaban persiguiendo. El enemigo es implacable y silencioso. Pero queda tan poco tiempo que no se puede desperdiciar en mirar atrás. Apretó el paso y confió en que su intuición le llevara a buen destino.

Llegó hasta una sala más espaciosa, y justo en el centro, una caja de aspecto metálico llamó su atención.
La profecía empezaba a cobrar sentido. Buscaba la solución a los problemas de su pueblo.
Encerrado en las rocas, encontró el regalo de los Dioses.
Abrió el contenedor con curiosidad. Extraños símbolos rodeaban el envoltorio.
Tal como predijo el sabio, la escritura no seíra fácilmente reconocible, aunque sus nociones de etrusco moderno le permitieron entender el sentido de lo escrito.
Dentro de la caja encontró trozos de papiro garabateados. Empezó a descifrarlos:

El primero hablaba de Dioses que pegan estrellas con agua de Arroz en Nicaragua. Sin duda se trata de un mensaje claro de los Dioses. Aunque no sabía qué era Nicaragua, ni cómo se podía llegar a Bluefields. Poesía de los Dioses, sin duda. Sería la piedra angular de una nueva religión.
Abrió el segundo papiro y encontró la revelación directa de Pepito I el Magnánimo. Toda la vida de este emperador narrada por su puño y letra.
El tercer legajo contenía fórmulas matemáticas complejas y unos avisos sobre "energía nuclear" que no llegaba a entender.
Pero en el cuarto manuscrito, encontró lo que buscaba. ¡LA FORMULA ANTICUCARACHAS!

Por fin la tiranía de las cucarachas iba a llegar a su fin. Tras siglos de esclavitud, la humanidad podría hacer frente a estos insectos evolucionados, el único vestigio de vida que quedó tras EL APOCALIPSIS. Los únicos seres vivos, salvo Pepito I y sus escritos de ayuda a los futuros habitantes del planeta.

Los gritos de alegría del neosimio atajeron a dos enormes cucarachas, que erguidas sobre sus dos patas traseras, saltaron sobre el desafortunado humano, que no pudo zafarse del ataque y pereció en el instante.
En el año 35.785 post Apocalipsis, la raza humana se extinguió por segunda vez (¿o tercera?, ¿o cuarta?)

P.D. Dedicado a todos los comentaristas de Una de Ciencia-Ficcion