Tocata y fuga

Músicas y reflexiones por fascículos.

domingo, septiembre 04, 2005

Evoluciona o muere


El año pasado leí un libro titulado "El gen egoista", escrito por Richard Dawkins.
Fue una recomendación que me hicieron y que devoré en un par de semanas. Cada día leía un capítulo, lo saboreaba, lo meditaba y esperaba con impaciencia las enseñanzas que podía obtener del capítulo siguiente.
Tengo que advertir que es un libro técnico-divulgativo, de esos que tienes que leer con cierto nivel de conocimiento de la materia, en este caso, de Biología y Evolución. No obstante, con un nivel de bachillerato se puede entender correctamente, porque está explicado de manera sencilla, con gráficas y dibujos que facilitan el entendimiento.
La enseñanza principal que muestra el libro es que todos los seres vivos, desde un virus hasta un elefante o un pino tienen un objetivo primordial en la vida, y es que sus genes se perpetúen en las siguientes generaciones. ¿Y cómo se alcanza ese objetivo? pues muy fácil, optimizando la reproducción. Quien más hijos tenga, más genes estará pasando a las generaciones siguientes.

A partir de esta idea, pasa a explicar las estrategias utilizadas por diferentes especies animales. Tales estrategias comienzan por la poligamia (qué mejor forma de tener numerosos hijos que reproducirse con el primero o la primera que pasa por delante), continúan con el "harén" (con los problemas de machos dominantes y peleas por ser el dueño del grupo de hembras) y finalizan con la monogamia (mejor estar unidos y que ambos padres saquen adelante pocos hijos pero bien preparados)

Me hizo mucha gracia que cuando trataba el tema de la monogamia, hacía especial hincapié en que las "madres" saben si un hijo es suyo o no, pero el macho del "matrimonio" no tenía la certeza absoluta de que el retoño que había tenido su pareja fuera suyo. Toda la vida criando a un hijo, dedicando muchos esfuerzos y recursos con la esperanza de que tus genes se perpetúen, para que luego sean los genes del butanero los que se esparzan por generaciones futuras.

Otro capítulo interesante trata sobre la forma en que los animales eligen a su pareja para aparearse. Comenta el autor que lo mejor para que tus genes se perpetúen es aparearse con gente de la misma familia, pero ésto aporta riesgos que se solucionan apareándose con animales de otras familias, pero entonces menos genes "familiares" se transmiten a la descendencia.
Las codornices habían encontrado el equilibrio entre estos dos extremos apareándose entre primos. Un primo es lo suficientemente familiar y suficientemente lejano como para que tus genes se perpetúen de forma saludable. Me gusta pensar que a los humanos nos queda algo de animales en este aspecto, y es aquí donde el refrán "Cuanto más primo, más me arrimo" alcanza su mayor significado.

En definitiva, un montón de anécdotas sobre animales que son perfectamente extrapolables a las personas.

Me gusta pensar que esta sociedad hiperdesarrollada del siglo XXI, a pesar de contar con supertecnología, el ser humano siga siendo un simple mono, con los mismos problemas evolutivos que pueda tener una gacela de la sabana o un pato de un estanque.

P.D. Después de leer el libro, llegué a la conclusión de que si eres macho, lo mejor para tus genes es la poligamia. Mi mujer no está muy de acuerdo con esta teoría, y cada sábado antes de tomarme la primera copa me recuerda que nosotros hemos apostado por la "monogamia sin butanero"